Capítulo VII: Sociabilidad. Córdoba. Buenos Aires (1825).

Facundo posee La Rioja como dueño absoluto. Como no hay letras, no hay opiniones, y como no hay opiniones, La Rioja es una máquina de guerra.
Estado de las ciudades más importantes del país:
Córdoba: es una de las ciudades más bonitas del continente. Hasta 1829 el espíritu de Córdoba es monacal y eclesiástico. Si bien la vieja universidad cordobesa tiene un alto nivel, está casi exclusivamente circunscripta a la teología. El espíritu de córdoba era por este entonces el de la Edad Media. Córdoba ha sido el asilo de los españoles, por tanto las ideas revolucionarias de 1810 encontraban escaso asidero en esta provincia. en fin, es una ciudad española por educación literaria y religiosa, estacionaria y hostil a las innovaciones.
Buenos Aires: esta ciudad se cree una continuación de Europa, de su espíritu y tendencias. Buenos aires es una ciudad entera de revolucionarios. En apenas diez años se efectúa aquí la desespañolización y la europificación. Buenos Aires es todo novedad, todo revolución y movimiento. Rivadavia, instalado en el gobierno, se trae consigo la Europa. De esta manera la influencia europea sobre Buenos Aires motoriza el progreso y edifica las instituciones más importantes del Estado.
Rivadavia nunca derramó sangre, ni destruyó la propiedad. Rosas, en cambio, es un carnicero y ha consumido el tesoro nacional para sostener la guerra que él mismo ha encendido. A Rivadavia le queda la gloria de haber representado la civilización europea. Rosas y Rivadavia son los dos extremos de la República Argentina, que se liga a los salvajes por la pampa y a la Europa por el Río de la Plata.
Córdoba y Buenos Aires son las dos fases prominentes de los partidos que dividían a todas las ciudades. Representan dos partidos: conservador y progresista. Mientras Córdoba se alimenta de España, Buenos Aires lo hace de las ideas más progresistas de Europa (Rousseau, Montesquieu). Estos partidos concluyeron por llamarse federales y unitarios. Pero la república Argentina está geográficamente constituida de tal manera, que ha de ser unitaria siempre, aunque el rótulo de la botella diga lo contrario. El partido Federal de las ciudades era un eslabón que se ligaba al partido bárbaro de las campañas.
Aquella fuerza bárbara estaba diseminada por toda la República, dividida en provincias. Se necesitaba una mano poderosa para fundirla y presentarla como un todo único. Quiroga fue quien prestó la mano.
Características del unitario: el unitario tipo rinde culto a la constitución y a las garantías individuales. Su religión es el provenir de la República. Se desprende de una generación razonadora, deductiva, emprendedora. Tiene modales finos, ademanes cultos; viste a la europea.

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